Las causas de infertilidad pueden ser muchas y muy variadas; se han identificado diversos factores relacionados principalmente a la edad, la alimentación, el estrés oxidativo, los contaminantes ambientales, factores psicológicos, las variaciones del peso corporal (exceso y bajo peso), falta de ejercicio y el consumo habitual de tabaco, alcohol y cafeína.
Aunque sí que es cierto que una alimentación saludable, equilibrada en nutrientes y variada, te da muchos puntos a la hora de quedarte embarazada, no será suficiente, tal y como hemos visto más arriba. Por ejemplo, estar por debajo o por encima del peso saludable afecta directamente a la fertilidad teniendo repercusiones en el sistema hormonal comprometiendo a los órganos reproductores.
LA ALIMENTACIÓN MÁS RECOMENDABLE PARA POTENCIAR LA FERTILIDAD
Una dieta equilibrada es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier sistema de nuestro organismo y, el sistema reproductor no es una excepción. Como veremos a continuación, en el delicado equilibrio que hace posible la fecundación es esencial el papel de determinados nutrientes.
1.- MÁS GRASAS, PERO DE LAS “BUENAS”
Se suele ver casi siempre que el consumo de omega-3 es insuficiente y en concreto, en la mujer, se ha relacionado una alimentación pobre en grasas con alteraciones del ciclo menstrual. También se ha asociado con la infertilidad femenina el consumo excesivo de grasas trans. Las fuentes dietéticas de los ácidos omega-3 son el pescado azul, ciertos aceites vegetales (aceite de oliva, de lino, soja, etc.), el aguacate, semillas como la chía o el line, frutos secos como las nueces.
2.- NUTRIENTES PARA LA SALUD
Aunque parezca mentira, el estrés oxidativo afecta mucho a las funciones básicas que determinan el éxito de un embarazo. Algunos nutrientes que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo y mejorar la fertilidad femenina:
- Vitamina A, E, C y los β-carotenos. Todo ellos grandes antioxidantes que ayudarán al organismo a disminuir el estrés oxidativo que tanto afecta a la fertilidad. También son imprescindibles para el correcto mantenimiento de las diversas mucosas del organismo, entre ellas, la mucosa uterina, donde debe implantarse el óvulo fecundado. Podemos encontrarlos en frutas y hortalizas de color rojizo o anaranjado.
- Ácido fólico (B9). Interviene en la síntesis del ADN y del ARN. Su déficit en el embarazo se asocia a malformaciones congénitas y mayor riesgo de aborto espontáneo. La ingesta de vitamina B9 se recomienda 3 meses antes de quedarse embarazada (en caso de ser planificado) y durante el primer trimestre de embarazo. La necesidad en el embarazo aumenta a 400ug/día y podemos obtenerla a partir de los vegetales de hoja verde oscura, frutos secos y legumbres.
- Cianocobalamina (B12). De presencia casi exclusiva en alimentos de origen animal, también se relaciona con la infertilidad femenina. En dietas vegetarianas estrictas esta circunstancia, sería necesario tomar suplementación.
- Es importante que la mujer que quiera quedarse embarazada presente unas concentraciones de hierro suficientes antes y durante el embarazo, ya que, durante el embarazo, los requerimientos se verán muy aumentados. Los alimentos que lo pueden aportar son las de origen animal (carnes, pescados, mariscos o huevo), de origen vegetal (las lentejas, cereales integrales, espinacas, soja…).
3.- PROTEÍNAS EN EQUILIBRIO
Como todo en la vida, equilibrio. Ni quedarnos con un déficit de proteína, ni llevar un exceso. De hecho, un consumo excesivo de proteínas de origen animal se ha asociado a un mayor riesgo de infertilidad de origen ovulatorio. Por eso, se recomienda aumentar la ingesta de proteínas de origen vegetal, manteniendo un equilibrio entre ambas.
APUESTA POR UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE EN TODOS LOS ÁMBITOS
Existen otras muchas pautas que pueden ayudarnos a mantener una buena fertilidad. Un estilo de vida saludable con una buena alimentación, descanso y ejercicio físico te puede ayudar:
- Come abundante fruta y verdura. Son la mejor fuente natural de antioxidantes. Comer al menos 5 raciones al día mejora la salud general y favorece la fertilidad.
- Modera el consumo de alcohol y no fumes. Reducen la reserva ovárica.
- Escoge la opción «eco». Los residuos de plaguicidas pueden alterar el equilibrio endocrino de la madre y afectar al desarrollo sexual y neurológico del bebé.
- Vigila con los disruptores endocrinos. Son moléculas químicas que interfieren con las funciones hormonales y pueden alterar el sistema reproductivo. Los más conocidos son los plásticos, pesticidas y metales pesados presentes en envases, alimentos o en el ambiente.
- ¡Muévete! Realizar ejercicio, pasear, caminar… aumenta los niveles de serotonina y endorfinas, entre otras, así como un aumento del flujo sanguíneo y oxigenación del organismo en general, y del sistema nervioso central en general.
- Reduce el estrés. El estrés o la ansiedad sostenidos en el tiempo provocan cambios hormonales en la mujer, ovulación irregular, espasmos en las trompas y contracciones uterinas que pueden impedir la implantación. Prácticas como el yoga o la meditación o incluso alguna terapia, pueden ser una buena medida si se busca un embarazo.
Descargo de responsabilidad: Este post es meramente informativo. No tiene la intención de proporcionar consejos médicos, diagnóstico o tratamiento. En caso de presentar síntomas que puedan estar relacionados con algún problema de salud, debes acudir al médico para realizar las pruebas pertinentes.