¿Te sientes más cansad@ de lo normal, quizás más ansios@ o sientes que hasta el aire te inflama? Puede que tu intestino haya aumentado su permeabilidad.
En la actualidad, hay mucha gente con problemas gastrointestinales transitorios por distintas causas, como estrés, cambio de dieta, tratamientos con antibióticos que destruyen la flora bacteriana intestinal…; pero también existen trastornos crónicos como la permeabilidad intestinal.
Esto, se conoce cuando la mucosa que reviste el intestino, se irrita, cambiando a ser un tamiz y no una barrera como debería ser. Cuando hay una permeabilidad intestinal, las proteínas que unen los enterocitos desaparecen y se crean perforaciones a través de las cuales sustancias como alimentos no digeridos, toxinas, fármacos y microorganismos no deseados, llegan al torrente sanguíneo y causan una inflamación no sólo de los tejidos intestinales sino de muchos otros tejidos.
En esa situación, el sistema inmune innato tiene un exceso de trabajo y esta sobrecarga provoca una respuesta inflamatoria más intensa y esto, a su vez, hace que el sistema inmune pierda eficacia. ¿Qué significa esto? Que confunde estructuras moleculares similares y ataca a todo lo que le recuerda a una amenaza, es decir, se confunde y ataca a lo que “no debe”. Es entonces cuando pueden empezar a aparecer alergias, enfermedades autoinmunes…
¿Cuáles son las causas del Síndrome del Intestino Permeable?
Existen muchos factores relacionados con nuestros hábitos de vida y alimentación, entre otros. A continuación, destaco de manera general los que más afectarían:
- Alimentación inadecuada: El gluten y la leche de vaca convencional, son dos de los principales responsables del intestino permeable. Además, del consumo de grandes cantidades de azúcares refinados, alimentos procesados, conservantes, aditivos y harinas refinadas.
- Desequilibrio bacterial o Infecciones: Las infecciones más comunes son la candidiasis, parásitos intestinales, H. Pylori y el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).
- Estrés crónico: El estrés, mantenido con el tiempo, se convierte en crónico y casi siempre da como resultado un sistema inmunológico deficiente y debilitado, lo que disminuye mucho tu capacidad de “luchar” contra los invasores externos como las bacterias malas y virus, generando inflamación y un intestino permeable.
- Toxinas: En forma de medicamentos como antiácidos, anticonceptivas, AINES (antiinflamatorios no esteroideos), antibióticos. También pueden presentarse en forma de toxinas medioambientales (pesticidas, el mercurio y el Bisfenol A en plásticos y latas de conservas).
Síntomas y consecuencias del Síndrome del Intestino Permeable
La permeabilidad intestinal aumentada o también conocida como el «síndrome de intestino agujereado», puede dar lugar a diferentes afecciones de todo tipo. Las más comunes son las siguientes:
- Piel, como eccema, urticaria, etc.
- Psicológicos: Síndrome de Fatiga crónica, depresión, niebla mental o “Brain fog”.
- Problemas digestivos como distensión, diarrea, estreñimiento, colon irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn.
- Reproductivo: infertilidad, endometriosis.
- Desarrollo de enfermedades autoinmunes como psoriasis, artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, diabetes tipo 1 etc.
- Déficit de vitaminas y minerales por una mala absorción de nutrientes en el intestino delgado.
Pasos para mejorar un intestino permeable
No sólo con una buena alimentación y unas buenas pautas alimentarias podemos restaurar y regenerar dicha barrera, sino que hay extractos de plantas, aminoácidos, minerales y vitaminas que nos pueden ayudar a conseguir una condición óptima de la barrera intestinal.
De manera muy general (siempre habría que personalizar), habría que:
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Eliminar todo aquello que te cause inflamación.
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- Dietas ricas en productos industriales, hidratos de carbono refinados, azúcar, alcohol y alimentos procesados.
- Gluten, lácteos pasteurizados…
- Medicamentos como antibióticos, anticonceptivas o antinflamatorios.
- El estrés crónico
- En según que casos: cereales, legumbres, huevos, soja y derivados, frutos secos…
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Cuidar y reestablecer tu flora intestinal (Microbiota).
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- Lleva una alimentación basada en alimentos naturales.
- Come fibras fermentables (almidón resistente, pectinas, fructanos, etc.).
- Ingiere alimentos fermentados como el kéfir, el chucrut, el kimchi, etc. o bien, toma algún probiótico como suplemento.
- Mejora tu capacidad digestiva comiendo con hambre y dejando espacio entre las comidas para que tus jugos gástricos actúen con normalidad.
- Tratar la presencia de patógenos intestinales como por ejemplo parásitos, en caso de que sea necesario.
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Reparar tu tubo digestivo, mediante alimentos y suplementos específicos.
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- Fundamental, consumir suficiente omega-3, por su gran poder antiinflamatorio. Lo ideal es que lo consumas a través de pescado azul de pequeño tamaño como la sardina o el boquerón. Si crees que no tomas suficiente, supleméntate con cápsulas de aceite de hígado de bacalao.
- Consumir consumir caldo de huesos, es rico en colágeno, una sustancia que nos ayuda también a reconstruir el epitelio y a disminuir la inflamación intestinal.
- Beber infusiones herbales como: regaliz, menta y jengibre.
- Otros suplementos importantes:
- Glutamina: mejora la permeabilidad intestinal y la morfología de la mucosa intestinal.
- Enzimas digestivas.
- Aloe Vera (libre de aloína, que produce un efecto laxante).
- Vitamina D. Si tienes la pared intestinal muy dañada, es posible que tengas déficit de esta vitamina.
A modo de resumen te diría, se consciente de la calidad de los alimentos que ingieres y evita al máximo todos los productos refinados, con gran concentración de azúcares simples y también los alimentos procesados. Así estaremos ayudando a mantener la pared de los intestinos, y evitaremos la desaparición de las proteínas de unión de las células intestinales.
Descargo de responsabilidad: Este post es meramente informativo. No tiene la intención de proporcionar consejos médicos, diagnóstico o tratamiento. En caso de presentar síntomas que puedan estar relacionados con algún problema de salud, debes acudir al médico para realizar las pruebas pertinentes.
Espero que esta información te haya servido de ayuda, al menos a ser consciente de tu estado de salud.
- ¿Crees que podrías padecer el Síndrome de Permeabilidad Intestinal?
- ¿No sabes los pasos a seguir para poder diagnosticarlo?
- ¿Qué te ha ayudado a ti a mejorar tu salud?
Puedes escribirme en los comentarios o enviarme un mail a info@mireiavelasco.com. Me encantará poder ayudarte a mejorar tus hábitos y a recuperar tu bienestar.
Referencias:
- Kiefer D, Ali-Akbarian L (2004). “A brief evidence-based review of two gastrointestinal illnesses: irritable bowel and leaky gut síndromes”
- Medzhitov R. Origin and physiological roles of inflammation. Nature. 2008;454(7203):428–35.
- Aglaée Jacob, Digestive Health With Real Food
- Myers, A. La solución autoinmune. Edaf. Madrid, 2016.
- Hooper L V., Littman DR, Macpherson a. J. Interactions Between the Microbiota and the Immune System. Science (80- ). 2012;336(6086):1268–73.
- Fasano, A. et al. «Gliadin, zonulin and gut permeability: Effects on celiac and non-celiac intestinal mucosa and intestinal cell lines»
- Keeney KM, Yurist-Doutsch S, Arrieta M-C, Finlay BB. Effects of Antibiotics on Human Microbiota and Subsequent Disease. Annu Rev Microbiol. 2014;68(1):217–35.
- Jamie Scott, Intestinal Integrity: How tight are your junctions?